Esta es una historia de cuando yo tenía 19 años y acababa de empezar mis estudios de inglés en la universidad. Él era uno de mis profesores.
La primera vez que lo vi nunca pensé que iba a pensar en él como esto, por supuesto, pensé que estaba caliente, lindo y joven, pero nunca me creo lo que estoy a punto de decirle que iba a suceder. Empecé a notar la forma en que me miraba en un examen. Acababa de teñido el pelo azul y llevaba una camisa que en el relámpago derecho, se podía ver a través. Se puso de pie junto a la mesa en la sala de examen, sonriéndome. “Buenos días”, “Buenos días”, me contestó, sonriendo. Me di cuenta de cómo él me siguió con la mirada mientras caminaba a un escritorio vacío, dejó mis plumas y termo con té. Sus ojos me mantuvieron siguiente cuando salí de mi chaqueta por las perchas y volví a mi asiento. Yo sé que él miró a mis tetas. Me senté y empecé a verter un poco de té. Todavía me estaba mirando. Nunca fui a sus seminarios porque me volvía loco, su parte del curso terminado y me empezó a ir a la clase de nuevo. La próxima vez que lo vi, yo estaba escribiendo mi mismo para una presentación oral realizada en el final del mandato. Era fuera de su oficina, él me vio, sonrió y dijo hola. Esta vez llevaba un vestido corto, negro con un gran escote. Me di cuenta de cómo él me estudió en la esquina de sus ojos. “Está bien para acabar con la nota“, dijo cuando se dio cuenta de mí luchando escribir mi nombre en él. Anoté la nota, doblar hacia abajo sobre una mesa, así que claramente podía tilice mis bragas, y escribí mi nombre. Me fui con una sonrisa, mordiéndome el labio.
Yo no podía dejar de pensar en él, cuando yo estaba acostada en la cama esa noche me masturbaba como nunca antes y pensé en él. Un par de días se fue, accidentalmente se topó con él al pasar de un seminario, que se iba a su oficina y me siguió. Al cerrar la puerta detrás de mí, apreté mi cuerpo contra el suyo. “He visto la forma en que me miras, yo puedo hacerte gritar“, le susurré al oído, besando su cuello mientras que el deslizamiento de una nota con mi número de teléfono en la mano en el bolsillo, sintiendo su pene duro presionados contra mi cadera. No dijo nada, sólo gimiendo y respirando con dificultad. Tomé su pene en mi mano, la apretó con tanta fuerza que gimió y las piernas dobladas. “Piensa en mí“, le dije cuando salí de su oficina. Yo sé que él se masturbaba después de que me fui.
Esa tarde él me envió un mensaje. “He estado pensando en ti, necesito verte” “Aquí es cómo vamos a hacerlo, se le comprarme la cena no tiene por qué ser de lujo, me encanta la pizza. He reservado una habitación de hotel, vamos a ir allí, vamos a tener el mejor sexo que en su vida, que va a ducharse y comer el desayuno en la mañana. No estoy interesado en mejores calificaciones. No estoy interesado en una relación, sólo una noche de puro placer. Nos vemos en Paolo de a las 7 “Cuando me cambié de ropa, me puse el vestido negro que él ya me había visto en, medias de red y sobre las medias de rodilla. Todo negro de tono. Yo llevaba una gargantilla y mi maquillaje era oscura con el lápiz labial de color rojo como la sangre. Esa noche compartimos una pizza vegetariana y unas patatas fritas. No hablamos mucho, nos sonreímos y sobre todo cuando no había nadie alrededor Besé su cuello y dejar que mi mano se deslizara hacia abajo sus pantalones. Caminamos hasta el hotel, que ya había conseguido la clave, así que fuimos directamente hacia arriba. En el ascensor me “accidentalmente” dejó caer la llave, así que tuve que agacharse y que le obligó a mirar mi culo, yo no llevaba bragas. Cogí la llave lentamente, en el espejo del ascensor lo vi estudiar mi culo y vi lo duro que ya estaba. Por último, en nuestra habitación que le mandé a quitarse la ropa y sentar en la cama. Yo estaba en el control ahora. Lo vi tomar de la camisa, los pantalones, los calcetines y cuando llegó el momento de los calzoncillos Yo contuve la respiración, lo vio, y los bajó con una sonrisa. Su pene era grande pero no enorme. Fue justo … perfecto y como lo había imaginado. Lo empujé suavemente hacia abajo en la cama, a horcajadas sobre él, y lo besó con tanta fuerza que tuve que tomar aire. “Te ves increíble hoy”, jadeó cuando empecé a besar su pecho, moviéndose hacia abajo. No le respondí. Cuando llegué a su pene me burlé de él un poco, besé sus muslos internos, besar el pene suavemente, acariciándola, le di un beso en el estómago por lo que mi tetas acariciar su pene. Me lamió alrededor de su pene hasta que él gimió un favor. “Aquí tienes una presentación oral,” me dijo antes de que yo le di la mamada de su vida. Comenzó lentamente, chupando la punta de su pene, lamiendo alrededor de él, burlarse de él otra vez. De repente me lo dejó en mi garganta, garganta profunda le hasta que tuve que tomar aire. Cuerdas Salvia conectados su pene en mi boca que yo respiraba.
“¿Está usted haciendo esto a todos tus profesores?”, Se quejó. Era una pregunta extraña para preguntar. “No, sólo usted. Nadie más me mira como tú lo haces, yo sólo sabía que tenía que tener usted. El pensamiento de que me volvía loco, si hago esto podría ayudarme a conseguir más de usted “y antes de que pudiera responder bajé en él de nuevo. Esta vez, hasta que llegó en mi boca, me tragó. “Buena chica”, dijo antes de que él empezó a besarme. Admiro a un hombre que no se recaudó a cabo por su propio semen o pene. Empezó a acariciar mis tetas, la eliminación de mi sujetador y revelando mis pezones perforados. “¡Oh, niña buena“, dijo de nuevo, pero más fuerte y pude ver la satisfacción en sus ojos, oírlo en su voz. Me reí como Arranqué mis medias de red un agujero fresco por la entrepierna, lo besé y me senté en su rostro. Él parecía confundido, su lengua sin saber dónde estar. Apreté su rostro más duro en contra de mi coño. “No voy a dejar ir hasta que usted haga que me corra” pedí, él empezó a lamer el clítoris. “Come!” Casi le grité y me sentí como un general militar. Él comenzó a trabajar con toda su boca, y me apretó los dedos alrededor de su cabeza rapada, pidiendo prestado mis uñas en su cráneo. Vine tan duro me temblaban las piernas y yo estaba un poco sacudido por el orgasmo.
Me hundí en la cama junto a él, tetas en el aire, el moco y la saliva le corría por mis piernas y yo respiraba con dificultad. Sin previo aviso me senté en él de nuevo, hundiéndose en su pene. Mi coño lo devora y pone sus manos en mi cintura, tirando de mí más cerca de él y gimiendo. Yo lo estoy montando como un loco, él tiene una mano en mi teta derecha y la otra en el culo. Estoy Cumming nuevamente y se desliza fuera de él directamente, no dejarlo terminar. Lo beso, respirando con dificultad y pude sentir su sonrisa en mi oído. “Usted tendrá que pagar por eso” “Por qué?” “No dejarme cum, no presentarse a mis seminarios. Siempre he querido joder a un estudiante, y yo sabía que iba a ser tú cuando te vi por primera vez. Es tal vez un cliché, pero una fantasía mía es la escuela de la muchacha–uno “que parecía muerto serio ahora, poniendo en calzoncillos otra vez. “Ahora estoy a cargo” “Oh”, fue todo lo que pude decir. Tenía mariposas en mi estómago y no estaba tan confiado como antes, pero estaba bien. “Ahora usted va a ser una muy buena chica o de lo contrario tendría que castigar de nuevo” “¿Otra vez?” Pero antes de que pudiera obtener una respuesta o incluso darle una mirada confusa me hade en su regazo, culo arriba. Levantó cuidadosamente la falda en el vestido para arriba en mi espalda y cruzó por mis medias hasta las rodillas. Apretó mi cabeza hacia abajo para que yo pudiera no sí lo que él estaba haciendo, pero antes de que pudiera decir algo sentí una fuerte palmada en mi nalga izquierda. Fue duro, pero no es demasiado difícil, sólo para hacerme retuerzo y gemir. Él me mantuvo azotes de la misma manera, parando sólo para ejecutar un dedo en mi coño mojado. “Si te gusta eso, ¿eh?”, Dijo empujando tres dedos y me digitación hasta que casi grité. Él me hizo callar poniendo sus dedos en mi boca goteo. Usted tiene que lamer limpios, no quiero ningún rastro de que dejó en ellos “mi coño latía con fuerza, con ganas de más, pero lo hice como me dijeron y después de un tiempo de lamer sus dedos les borrado en mi vestido , besó mi frente y dijo: “Buena chica! Ahora, que ya ha dado su presentación oral, pero quiero que escribas y ensayo argumentativo, diciéndome por qué tengo que follarte, rogar por él y me dice por qué usted es digno de mi polla. Quítese la ropa y te sentarse delante de mí mientras me dices “me desnudé y me senté frente a él, vulnerable, dejando al descubierto a mí mismo por él. “I..I no soy digno de tu polla” Empecé, sorprendido por el número de asistentes. “Pero sin su polla en mi coño, yo no estoy completo. Usted me termina, quiero que me folles, por favor “” Eso no era mucho para el argumento, o un ensayo. No comience una frase con “pero”, y no poseía buenos argumentos, pero te voy a pasar por este momento. Sólo para que pueda completar que “él tomó un agarre firme alrededor de mi pelo” aman el color, por cierto “, y me dio un beso.
Esta vez él me dirigió al lugar de trabajo que estaba en la habitación y me dijo que agacharse ella. Hice lo que me dijeron, deseando que me llame una buena chica de nuevo, y sentí que mis piernas le ata a la mesa, separando mis piernas y exponer mis genitales. De pronto sentí su lengua en mi clítoris otra vez y la punta de su nariz cosquillas accidentalmente mi ano. El cosquilleo me retuerzo de incomodidad “No voy a hacer nada en el trasero“, le dije a dejar las cosas claras. “Yo no quiero“, respondió con un tono firme, que me empujaba hacia abajo sobre la mesa “estar quieto”, murmuró. Se comió mi coño, dos dedos en el fondo y sentí que me estaba Cumming pronto. “Por favor, profesor, ¿puedo cum?” “Sólo si se puede estar quieto y no hacer un sonido” Liberé y morder mi labio mientras me cummed, sostiene perfectamente inmóvil, sino que era una trampa. “¿Por qué no usted gemir para mí?”, Preguntó en tono de broma, agarrando mis tetas, presionando su pene duro contra mi coño. “¿No te gusta lo que estoy haciendo para usted?” Él fingió que estaba herido. “Pero usted me dijo” “Te dije nada” Él dijo con enojo, golpeando su cinturón de cuero en mi culo. Me quedé muy sorprendida por el dolor y grité. “Cinco latigazos con el cinturón, y que contará ellos y darme las gracias por cada uno“, y él me azotó con el cinturón. “Uno, gracias profesor. Dos, gracias profesor. “Y continuó hasta las cinco. Mis nalgas dolían y me entraron ganas de llorar, ahora mismo yo no quiero seguir con esto. Lo sentía en mi postura y lo vio en mis ojos. “Estoy cariño lo siento, debería haber pedido“, dijo, acariciando el pelo de mi cara y besarla por todas partes. “Lo siento mucho” Podía escuchar la sinceridad en su voz y eligió a perdonarlo. “Me lo merecía, que no te lo muestro mi placer“, le dije para hacerle saber que yo todavía estaba en el juego. Él sonrió y me dio un beso. Yo todavía estaba atado a la mesa y empecé a acariciar sus dedos mi coño de nuevo, asegurándose de que todavía estaba húmeda. Yo estaba tan mojada como una toalla que había sido empapado en agua. Sentí la punta de su pene para encontrar su camino a mi coño y se hunde en a la misma. El placer me hizo jadear. Se inclinó sobre mí, alcanzado por mis pezones. Parecía un vibrador…
Empezó suavemente, pero después de un rato, me cogió tan fuerte que nuestros vecinos golpeaban la pared. Gritó de placer, corriéndose dentro de mí. Besó mis nalgas doloridas antes de que él comenzó a desatarme. Era tarde y la hora de ir a dormir. Me quedé dormido desnudo, dolor y feliz en sus brazos. Me desperté a un beso, su barba cosquillas mi cara. Tuvimos que cargar la pasión como dos amantes en un sábado por la mañana, pero era jueves y temprano. Los dos teníamos cosas que hacer hoy. “Necesito una ducha, ¿quieres venir conmigo?” Yo quería preservar el tiempo que me quedaba con él. Él asintió con la cabeza y nos duchamos juntos, nuestras manos estaban por todas partes los demás cuerpo mojado. Sentimiento. Explorando, como nunca tuvimos la oportunidad de hacer la noche anterior. Quería conocerlo, saber sus miedos y sueños. Pero yo sabía que nunca iba a suceder, esto no podía ser, en mi mente yo quería huir con él. Tal vez a España, donde se crió. Nos vestimos en silencio, y bajamos a la buffee desayuno. Nos dimos la mano y nos reímos, hablamos de su infancia, donde estudió, sus años estudiando en Inglaterra y por qué decidió mudarse a Suecia. Hablamos acerca de los intereses comunes, tales como programas de televisión y música. Cuando terminamos nos despedimos fuera del hotel. Me besó por última vez. “Nos vemos durante su presentación oral real”, dijo y sonrió.
Dos meses pasaron, he pensado en nuestra noche juntos, y tenían nuevas parejas sexuales cada semana, con ganas de volver a vivir la emoción y su toque. Era el momento de la presentación oral, realizado en grupos. Cuando terminé obtendríamos evaluaciones individuales que significaba estar a solas con él por primera vez desde nuestra separación. Por supuesto que lo había visto después de eso, pero sólo el intercambio de cortesías en el pasillo. Se sentía como el cumplimiento de un antiguo novio que me había descargado, a pesar de que yo era el que hace las reglas, que era mi decisión, pero una muy mala. Él empezó a hablar de mi presentación, la lectura de un documento y no me mira a los ojos. “Te extraño“, dije en voz baja, acercándose a él y mostrando mi escote. “Quiero que me toques de nuevo. Quiero sentir tus labios apretados contra los míos “Casi me puse a llorar, lo que ha sucedido a mí? Nunca quise tomar en serio y ahora soy yo el rogándole que me acaba de tocar y me reconoce. “No puedo … Por lo menos no ahora. Si te toco puede parecer que afectó a su grado. Te puedo llamar más tarde “Asentí con la cabeza y él seguía leyendo su periódico. Pasé la presentación oral y en mi mente me preguntaba si tenía mi primera “presentación oral” en su mente mientras me clasificación. Me fui a casa, terminado con el curso de Inglés y con un grado. Ahora era enero y la nieve había comenzado de fusión. Tan pronto como cerré la puerta de mi apartamento detrás de mí, que él llamó. “Hey”
“Hey”, “también he estado pensando en ti, nadie me ha tocado alguna vez que lo hiciste. Nadie siquiera me mira con la admiración que hiciste. Pero yo no sólo estoy deseando su tacto, sino también su mente. Somos tan iguales, y yo te lo ruego volver a verme “” Está bien “, le dije y le di mi dirección. Me cambié de ropa mientras esperaba su llegada, pantalones cortos y una camiseta con los Sex Pistols banda en él. Era delgada y llevaba sin sujetador, mi mama era claramente visible. Sabía que le gustaría. Tocó la puerta y mi corazón latía rápido. Pasó lo que tuvo que pasar…
Relatos eróticos 